Aunque hace semanas que fue Sant Joan no he podido dejar pasar la oportunidad de enseñaros las cocas que hice para celebrar dicha festividad y poder celebrar la llegada del solsticio de verano.
Que si que siiii YA ESTAMOS EN VERANO!!!!! por fin a disfrutar del solecito, llevar cómodas chanclas, la playita, unos buenos mojitos, paseos en bici... pero sin dejar de hornear deliciosos postres o mejor aún, poder probar muchas de las recetas que tengo pendientes de batidos y helados.
Así que mientras tendréis que conformaros con la receta de esta coca que poco tiene que envidiarle a la de las panaderías más selectas de vuestra ciudad.
De verdad la primera vez que la hice, solo olerla me transportó a cuando era pequeña, e iba con mi madre a comprar las cocas que después llevaríamos a casa de mis abuelos y las disfrutaríamos toda la familia.
Bueno no nos pongamos nostálgicos y ahí va la receta. Una de ellas la hice con crema pastelera así que también os incluiré la receta.
Para el brioche:
- 550 gr de harina de fuerza.
- 80 gr de levadura fresca.
- 220 ml de leche.
- 100 gr de azúcar.
- 1 huevo batido.
- 60 gr de mantequilla pomada.
- 7 gr de sal.
- 1 cucharada de esencia de naranja (yo usé zumo).
- Ralladura de limón.
Para la decoración:
- 150 gr de piñones.
- Fruta confitada.
- Azúcar.
- Anís.
En un bol deshacemos la levadura junto con la leche con la ayuda de unas varillas. A continuación añadimos la harina, el huevo, el azúcar, la sal, la mantequilla, la ralladura y la esencia y amasamos unos 20 minutos hasta que la masa no se nos pegue a las manos.
Al acabar tapamos el bol con papel film y dejamos que la masa fermente en bloque unos 20 minutos. Después daremos forma alargada y ovalada a la masa sobre papel de horno, la taparemos con un trapo y dejaremos que fermente por segunda vez de 45 a 60 minutos con una temperatura superior a 30ºC.
Cuando haya aumentado su volumen pintaremos la coca con una yema de huevo batida y un poco de agua, colocaremos la fruta confitada, unos piñones, azúcar y unas gotas de anís y hornearemos unos 10 minutos a una temperatura de 230ºC, si la parte superior se os empieza a quemar, ponerle por encima papel de plata a la coca.
Si no os gusta la fruta confitada y preferís la crema, ésta es la vuestra. Es una crema muy fácil de hacer, a mi al principio me costó pero porque pensaba que sería mucho más complicada de hacer, una vez que la hice y al comprobar que está buenísima ya no como otra.
La crema:
- 250 ml de leche.
- 1 rama de canela o 1 vaina de vainilla.
- 80 gr de azúcar.
- 2 yemas de huevo.
- 20 gr de maizena.
En un cazo calentamos la leche con la rama de canela, y reservamos hasta que se enfrie.
En un bol batimos las yemas de huevo junto con el azúcar y la maizena y añadimos un par de cucharadas de la leche anterior. Batimos con las varillas con cuidado que no se corten los huevos e iremos incorporando toda la leche poco a poco.
Una vez esté todo bien batido, ponemos todo en un cazo a fuego lento y vamos removiendo hasta obtener la consistencia de la crema, para saber si está lista, pasaremos un dedo y si no tapa la marca del dedo es que tiene la consistencia adecuada.
Esperaremos hasta que esté bien fría para ponerla en la manga pastelera y decorar la coca. Podemos hacer lineas verticales y horizontales, añadiremos piñones, azúcar y unas gotas de anís y ya tendremos nuestra coca lista para hornear.
Y aquí el resultado, con la receta sale una coca bastante grande o dos medianas como las de la foto.
Espero que os guste!! BON PROFIT!!!





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